martes, 27 de septiembre de 2016

Santillana del Mar

Santillana del Mar es otro bonito pueblo cántabro que tuve la suerte de poder visitar este verano. La villa medieval fue calificada como Conjunto Histórico Artístico en 1943. Esto junto a las Cuevas de Altamira y a su Zoológico  hacen que sea uno de los pueblos más visitados de la cornisa cantábrica.
Dicen que es el pueblo de las tres mentiras: ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Yo lo único que puedo afirmar es que no tiene mar, porque a mí me pareció llana y lo de santa... no puedo opinar.
Lo que sí es cierto es que es un pueblo precioso y con mucha historia.
Quizá lo más fácil para ver los tesoros arquitectónicos que guarda la villa es pasear por la Calle Carrera / Cantón / Río (lo pongo así porque una es continuación de la otra...)y a un lado y otro de la calle podéis contemplar edificios desde medievales a renacentistas en perfecto estado de conservación, como por ejemplo la Casa de Leonor de la Vega, madre del Marqués de Santillana, Don Íñigo López de Mendoza. Esta casa fue edificada a finales del siglo XV y actualmente es un hotel.
Al lado de ésta, la Casa de los Hombrones o de los Villa, casa barroca de finales del siglo XVII. Debe su nombre a los dos soldados que figuran en su escudo y que sostienen sus armas y el lema "Un buen morir es honra de la vida"

Continuando por esta calle llegamos a la Plaza del Abad Francisco Navarro, donde está la Colegiata de Santa Juliana que se levantó a mediados del siglo XII sobre un antiguo monasterio del siglo IX. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1889.
Por detrás de la Colegiata, en la Plaza de las Arenas,  podéis ver el Palacio de los Velarde, mejor ejemplo de estilo renacentista de la villa que fue construido a mediados del siglo XVI para Alonso de Velarde.

El paseo de vuelta lo hicimos por la calle paralela a ésta dirección a la Plaza Mayor. Una plaza preciosa que en cuanto la vi me recordó a La Alberca.
Allí está la Torre del Merino, torre gótica de carácter militar construida en el siglo XIV. Fue la sede del merino, representante del rey.
La Torre de Don Borja (actual sede de la Fundación Santillana), de origen medieval, su actual construcción es del siglo XV.

La Casa de la Parra de principios del siglo XVI, en estilo gótico se unió con la Casa del Águila en el siglo XVII. En la actualidad son el centro cultural donde se realizan exposiciones. Frente a la primera hay una escultura homenaje hombre de Altamira.
Hasta aquí llegó nuestra visita a Santillana. Quedó pendiente Altamira y el Parque de Cabárceno, que está más o menos cerca (otra vez será...).
Como habéis podido ver, es un pueblo que merece la pena conocer, ¿no os parece?
Os dejo alguna imagen más:














viernes, 23 de septiembre de 2016

San Vicente de la Barquera

A 14 km más o menos desde Colombres está San Vicente de la Barquera, así que un día de los que estuvimos allí aprovechamos para visitarlo.
Es un precioso pueblo pero para mí fue un poco estresante. Había demasiada gente!! Turistas, como nosotros que colapsaban las calles, los bares, restaurantes... Tomar una cerveza después del paseo que dimos fue realmente difícil así que lo de comer por allí... ni siquiera nos lo planteamos.
Pero, afortunadamente, eso fue después de pasear por su conjunto medieval y conocer un poco de su historia...

Aparcar es otra misión imposible, así que, después de dar mil vueltas, aparcamos en un parking municipal. Tras atravesar el Puente del Parral (del s. XVIII) nos dispusimos a subir a la Puebla Vieja de San Vicente, que se encuentra en lo alto de un peñón y desde donde las vistas son interesantes.
Aquí hay un conjunto de edificios medievales que merece la pena conocer.
Lo primero que llama la atención es el Castillo del Rey, fortaleza construida sobre la muralla tras la concesión del Fuero por Alfonso VIII en 1210. Se puede visitar por dentro.

Si continúas subiendo por la calle Alta te encuentras, a la izquierda, la Torre del Preboste que es un torreón que defiende la Puerta de la Barrera o de Santander. El Preboste era el oficial real que recaudaba los impuestos en la Edad Media. Posteriormente fue la cárcel pública de la villa.
A la derecha, frente a la Torre del Preboste, está el Palacio del Corro que fue mandado construir en el siglo XVI por el inquisidor Antonio del Corro para acoger a los enfermos pobres de la villa. Actualmente es la sede del Ayuntamiento.
Un poquito más arriba, las ruinas de lo que fue el Hospital de la Concepción.
Construido en los siglos XIV - XVI, dio refugio y asistencia a los peregrinos que utilizaban el camino de la costa para llegar hasta Santiago. San Vicente sigue siendo un punto importante de dicho camino.
Al final de la calle está la Iglesia de Santa María, que fue construida en lo más alto del cerro de San Vicente por orden del rey Alfonso VIII entre los siglos XIII y XVI sobre otro templo anterior. Es un claro ejemplo del gótico montañés. Destacan sus dos puertas románicas. También se puede visitar por un módico precio.

Frente a la Puerta del Poder (a la izquierda de la foto anterior), sobre la muralla, hay un mirador que ofrece una preciosa vista de la Marisma de Pombo
Puerta del Poder desde el Mirador

Marisma de Pombo
Os dejo imágenes de algún otro rincón bonito de San Vicente y cómo no, de alguna de sus playas.





























domingo, 18 de septiembre de 2016

Cueva del Pindal y alrededores

En Ribadedeva hay otro sitio muy interesante que no podéis dejar de visitar: La Cueva del Pindal.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008 fue la primera cueva asturiana con arte parietal en ser reconocida, en el año 1908.

La cueva está situada en el entorno natural del Cabo de San Emeterio (Pimiango) rodeada de un magnífico bosque de encinas. Es una galería de boca ancha que se abre junto a un acantilado.
Lo importante de esta cueva son los ejemplos de pintura rupestre realizados hace unos 17.000 años. Estas pinturas representan bisontes, caballos y ciervos, aunque la figura más célebre es el mamut.
Está abierta todo el año y es imprescindible reservar la visita (tfno. 608 17 52 84). Se aconseja llevar ropa de abrigo y un calzado apropiado pues el suelo es muy resbaladizo y la temperatura en el interior no supera los 12º. En el interior de la cueva está prohibido hacer fotos, así que solo os puedo enseñar las que tomé desde la verja de entrada..
Lo que sí puedo enseñaros es alguna imagen del acantilado y del entorno.
Aquí mismo podéis ver la Ermita de San Emeterio o Santu Medé construida antes del siglo XVIII y que cada año en el mes de marzo la visitan los lugareños para celebrar una romería en honor al santo.
Si continúas por el sendero que se dibuja entre las encinas, tras 1,5 km de subidas y bajadas, llegas a las ruinas de la Iglesia de Santa María de Tina, ejemplo de arquitectura románica religiosa.
Lo que se ha mantenido en pie son el ábside, los muros de la nave y la fachada occidental. También, escondidos entre las encinas, se pueden encontrar restos de alguna edificación de origen campesino.
Esta iglesia puedo ser construida en el siglo XIII aunque es posible que con el paso del tiempo haya sufrido remodelaciones.
Pues hasta aquí llegó nuestra visita. La verdad es que está en un sitio tan privilegiado, donde se respira tanta tranquilidad, que merece la pena subir hasta allí. El silencio sólo se puede romper si, por casualidad, te encuentras con las actuales huéspedes de esa zona....